Somos parte de una empresa fundada desde la tradición familiar, que nos reúne a todos en una comunidad de respeto y de trabajo. Se espera de quienes trabajamos en Farmar, una conducta que refleje fielmente los valores que hemos identificado como aquellos que engloban las acciones y decisiones de nuestra compañía desde sus inicios. Estos valores estructuran nuestras expectativas, y cómo nos debemos comportar y relacionar con los otros, dentro y fuera de la empresa.

INTEGRIDAD

• Operamos de forma honesta en todas las relaciones que entablamos y decisiones que tomamos, tanto dentro como fuera de la empresa.
• Tratamos a las personas con dignidad y de la forma en que nos gustaría ser tratados.
• Nos esforzamos porque nuestras acciones sean coherentes con nuestros pensamientos y valores. Lideramos con el ejemplo.
• Apelamos al sentido común y hacer las cosas en forma simple y correcta, aún cuando nadie esté observando.

COMPROMISO

• Somos constantes en el esfuerzo y no descuidamos la conclusión de una tarea, a pesar del cansancio y de las dificultades.
• Si nos comprometemos con alguien o con algo, cumplimos.
• Comprometernos va más allá de cumplir con una obligación: ponemos en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que nos proponemos o que nos han encomendado.

VOCACIÓN DE SERVICIO

• Es saber escuchar activamente las expectativas de nuestros compañeros, clientes y proveedores para poder brindarles respuestas acordes a sus necesidades, manteniendo siempre una actitud de respeto, empatía y cordialidad.
• Somos proactivos. Nos consideramos un centro de servicios.
• Resolvemos, no pasamos la pelota. Buscamos soluciones.

TRABAJO EN EQUIPO

• El trabajo de todos tiene un mismo objetivo. Nos involucramos de lleno en nuestras tareas y cooperamos con el desempeño de los demás, tratando de ser parte de su desarrollo para que logren superar sus metas.
• El éxito de nuestra organización lo construimos juntos.

MEJORA CONTINUA

• Nos concentramos en el progreso, sin perder de vista los resultados.
• Adoptamos una actitud de aprendizaje continuo. Manejamos las frustraciones. Aprendemos de nuestros propios errores y volvemos a hacer las cosas con las mismas ganas de la primera vez.
• Nos entusiasman los desafíos. No tenemos miedo de equivocarnos, pero no aceptamos no intentarlo.
• Somos ante todo, curiosos e inquietos: no sólo podemos, sino que debemos preguntarnos una y otra vez si estamos haciendo bien nuestro trabajo y cómo podríamos hacerlo todavía mejor.

ADAPTACIÓN AL CAMBIO

• Estamos abiertos al cambio. Ésa es la única constante. Vivimos en un mundo dinámico y en permanente evolución, lo que nos obliga a ser flexibles para adecuarnos a las nuevas circunstancias y los cambios de escenarios que tienen lugar.